Día de emociones fuertes por la localidad marroquí de Bakrit. Nada más comenzar visita a la escuela de Bakrit donde a más de uno se nos han saltado las lágrimas de la acogida de todos los niños de la escuela. Sin palabras.
Traslado
Hoy la ruta del día tenía traslado doble, tanto al salir como al llegar ya que nos despedíamos de Ifrán (con salida para recordar) y teníamos que llegar a Boulaajoul y entre medias ruta por Bakrti. Así que ni cortos ni perezoso nos vamos con todo el convoy dirección a Bakrit pero antes realizaríamos una parada en Timhadite para saborear su fantástico té y de camino algunas explicaciones de los lugareños sobre los tayines (tajine en bererber) y su elaboración.
Bakrit y sus escuelas
Llegamos a nuestro destino en Bakrit, y antes de comenzar la ruta realizamos una visita guiada por el colegio de la zona, donde niños todas las mañanas recorren hasta 9 kilómetros andando solos para llegar a su destino, dar clases. En el colegio nos prohíben realizar fotos, todos de acuerdo, y nos realiza una visita con todas las costumbres del lugar y demás. Para finalizar todos los niños nos cantan el himno marroquí y a más de uno se nos pusieron los pelos de punta. Emocionante.
La cuarta etapa de bicicleta por marruecos
Comenzamos en Bakrit, cogiendo un asfalto que a más de uno consideramos que no sobró para nada ya que son carreteras muy antiguas que a veces se confunden con pista. Antes de nada nos metemos de pleno en el cañón de Bakrit, lugar realmente espectacular y digno de realizar mil fotos porque el sitio se lo merece. Seguimos y a pocos metros realizamos otra parada en el Gran Cedro de Bakrit, otro lugar para enmarcar donde todo el grupo se ha echado una foto de las que hacen época.
Seguimos en continua ascensión para llegar a una gran meseta que nos llevará un tiempo considerable hasta la siguiente ascensión, la cual es realmente increíble. Mucha pista y poblados nómadas a lo largo del camino… sus gentes saludando y despidiéndote todo el camino… increíble.
Una vez arriba y tras tener una pequeña charla sobre la bajada que viene con todo el grupo, llegamos a la aldea de Senwal – Ouad donde todo el pueblo poco a poco se nos fue echando a los brazos y una gran masa de niños nos retuvo durante un buen rato. El momento ha sido inolvidable, saber como viven y con lo poco que se conforman hace pensar a uno muchas cosas.
Tras esta corta visita viene el puerto del día. La subida de nuevo a “meta” ha sido bastante dura, con rampas del 22% pero con unos paisajes que te hacen olvidarlo todo.
Al finalizar la ruta, nos esperaba Moha con un picnic monumental que pudimos disfrutar durante una horita y luego bus y para el nuevo hotel en Boulaajoul.
Cuarta etapa con muchas emociones y alegrías. Mañana seguiremos con más!